Grassroots International
Home » Donante destacada: Deborah Milkowski

Deborah Milkowski es colaboradora de Grassroots International desde hace muchos años e integra el Círculo de Liderazgo. Nos habló sobre sus valores, su misión y su relación con Grassroots International. Una parte de sus respuestas aparecen a continuación, con nuestra gratitud por sus aportes y su compromiso con la creación de un mundo más justo y sostenible para todos.

¿Por qué decidió hacer donaciones a Grassroots International? ¿Qué la impulsó a poner su dinero y el corazón en este trabajo?
Los pueblos indígenas han recorrido sus alrededores durante siglos sin ningún problema. Entienden el rol esencial que tienen en la conservación del medioambiente para mantener su estilo de vida. En la actualidad, los gobiernos son controlados por empresas cuya única preocupación son sus ganancias a corto plazo. Para ellas, esas ganancias están antes que la gente y, por ello, el mundo se ha deteriorado gravemente. Grassroots International ayuda a que los pueblos y las comunidades indígenas sean quienes son realmente. Para mí, esta es una manera muy sostenible de triunfar.

¿De qué modo resultó afectada por los movimientos y los colaboradores a los que apoya en Grassroots?
Después del asesinato de Berta Cáceres [en 2016], me di cuenta de que a los activistas los estaban matando. Se conoce muy poco al respecto en Estados Unidos. Me llena de tristeza que mueran tantos activistas jóvenes.

¿Puede contarnos qué la motiva a apoyar los movimientos de base?
Estaba escuchando un programa en la radio pública nacional sobre las donaciones de beneficencia destinadas a Haití. Dijeron que, a la larga, la beneficencia no funcionaría. Esta persona quería trabajar con gente que ayudara a que su comunidad se ayudara. Me gradué en Dartmouth Medical School (ahora Dartmouth Geisel School of Medicine). Muchas facultades de medicina ofrecen oportunidades para que los estudiantes intervengan en servicios de atención médica en el extranjero. A veces, cuando los ciudadanos de Estados Unidos van al exterior a ayudar y a combatir el sufrimiento, realmente pueden causar dolor. A menos que se comprendan las necesidades de las personas que se trata de ayudar, es posible que no se encuentre una solución genuina al problema. A fin de ayudar, tenemos la obligación de suspender temporalmente los valores y juicios propios, y ESCUCHAR y RESPETAR de verdad a las personas a quienes debemos ayudar. Muchas organizaciones benéficas se manejan de este modo: de manera descendente en lugar de ascendente. Afortunadamente, el modelo de Grassroots International es muy distinto, ya que las soluciones dirigidas por la comunidad son las que se buscan.

¿Cuál le gustaría que fuera su herencia en el apoyo de los pequeños agricultores, las mujeres o los movimientos populares? ¿Qué desearía que sucediera?
Mis inquietudes filantrópicas abarcan los animales, la naturaleza y los derechos humanos. Me encantaría trabajar con organizaciones que tomen en cuenta estos tres temas. Me enfurezco cuando escucho hablar a la gente sobre los animales como si fueran mercancías. La gente nunca debería sacar provecho del sufrimiento de un animal. Los pequeños agricultores muestran respeto por la tierra y, espero, por los animales que crían. Si bien soy vegana, me doy cuenta de que mucha gente usa los animales para trabajar y para alimentarse. Lo comprendo. Espero que algún día, podamos dejar esta práctica. Todos los seres vivientes necesitan ser tratados con compasión, dignidad y respeto. Además, desde una perspectiva de salud humana, sería muy beneficioso evitar la alimentación con carne como alimento principal. Obviamente, esto también representa un enorme beneficio para el medioambiente.

¿Hay algo más que le gustaría compartir con los seguidores de Grassroots?
Me gustaría destacar que todos necesitamos vivir en equilibrio con la naturaleza, incluso si somos urbanitas. Durante demasiado tiempo, las sociedades han estado dominadas por una estructura de creencias patriarcal. Dentro de esta estructura, se nos enseña a «dominar» o ser dominados. No nos enseñan a vivir en armonía con la naturaleza. Tampoco a respetar los sistemas de creencias de los demás si difieren del nuestro.

A nosotros, como estadounidenses, nos arrastra la locura del consumismo. Nos enseñan a comprar 10 cosas iguales porque «están de oferta». Esto ha enfermado a nuestra sociedad y nos ha transformado en un país sin alma. La gente vive con temor todo el tiempo, incluso quienes ganan un buen sueldo temen que nunca les alcance. Espero que las organizaciones como Grassroots International puedan generar una revolución que nos permita reemplazar el sistema de valores actual por uno que respete el medioambiente y trate a todos con compasión, dignidad y respeto.