Grassroots International promueve el derecho humano a la tierra, al agua y a la soberanía alimentaria para todos. Acceder a estos recursos y controlarlos es fundamental para lograr la autodeterminación palestina y para lograr la paz duradera y justa con Israel.
En tiempos de ocupación, los palestinos afrontan la confiscación y destrucción de las tierras, viviendas y recursos hídricos; puestos de control y barricadas; y la expansión de los asentamientos y calles de desvío exclusivas para la población israelí. El muro en la ribera occidental y el área de acceso restringido en Gaza afectan aún más la tierra y el sustento a medida que Israel continúa ampliando sus límites unilateralmente.
La violencia y la apropiación de tierras en la ribera occidental, incluida la parte este de Jerusalén, han aumentado durante los últimos años, a través de más clausuras, barreras y puestos de control, además de demolición de viviendas y confiscación de tierras. Mientras tanto, Gaza continúa soportando un bloqueo que impide el ingreso de materiales de construcción básicos y otros productos esenciales en la región aún devastada tras el ataque israelí en 2014, en el que perdieron la vida más de 2000 civiles y 10 850 resultaron heridos, que arrasó con vecindarios enteros y dañó 18 plantas eléctricas y 9 de los sistemas hídricos y de alcantarillado de Gaza. En 2017, la ONU informó que Gaza, de hecho, ya había sobrepasado el umbral de la condición «no habitable», y los palestinos ahí vivían en una crisis permanente.
En Israel, los palestinos afrontan problemas de racismo y discriminación, con un sistema desigual y distinto de leyes que repercuten negativamente en sus propios derechos a la tierra, al agua y a la soberanía alimentaria. Si bien Israel se proclama «la única democracia de Oriente Medio», en realidad está muy lejos de ser un estado moderno multirracial donde rige la igualdad legal para todos los ciudadanos. En su ley básica (similar a la constitución), Israel se ha establecido como un estado nacional exclusivamente judío, hecho que margina a los ciudadanos israelíes no judíos y los considera ciudadanos de segunda clase. Esta misma ley también considera que la expansión de los asentamientos exclusivamente judíos es un valor nacional. Los asentamientos se encuentran en territorio palestino y son ilegales en virtud del derecho internacional.
Con fondos y solidaridad, Grassroots International brinda respaldo a iniciativas de base dirigidas por los palestinos y acompaña la lucha palestina pacífica por la autodeterminación y los derechos humanos, específicamente, a la tierra, al agua y a la soberanía alimentaria.
Grassroots International prioriza particularmente el apoyo a proyectos liderados por palestinos, tales como los que se enumeran a continuación:
- Servicios para satisfacer las necesidades de salud mental de las personas traumatizadas por la violencia incesante causada por los bombardeos y disparos, por un estado de sitio constante y por la desesperación que se vive en Gaza
- Campañas y documentación para proteger los derechos humanos, promover el estado de derecho y fomentar la democracia en Palestina e Israel;
- Programas no gubernamentales y comités populares comunitarios, conformados también por mujeres y jóvenes, que se centran en detener y derribar el muro en la ribera occidental, en resistir la ocupación israelí y la confiscación de tierras, y en defender los derechos a la tierra de los palestinos;
- Actividades realizadas por los agricultores palestinos para lograr la soberanía alimentaria, proteger la tierra y los recursos hídricos, y fomentar las oportunidades económicas; actividades culturales, sociales y artísticas para jóvenes que residen en campos de refugiados;
- Capacitación sobre liderazgo y programas de concientización cultural dirigidos a los jóvenes palestinos;
- Programas para desarrollar la capacidad de los colectivos de mujeres, a fin de promover su liderazgo y el sustento de la comunidad;
- Fomento de la agricultura urbana para mejorar la seguridad alimentaria y el bienestar de la comunidad en Gaza;
- Ayuda a los prisioneros palestinos, muchos de los cuales son retenidos sin que haya cargos, sin un juicio y durante períodos indefinidos.