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Casa Pueblo

La democracia y la soberanía de Puerto Rico dependen de que se rompa la dependencia energética del archipiélago respecto de los Estados Unidos. Ahí es donde interviene Casa Pueblo, que construye una infraestructura energética alternativa para que Puerto Rico sea libre y soberano.

Casa Pueblo es una organización comunitaria y un centro cultural centrado en la protección y la gestión de los recursos naturales. Inició su andadura en 1980 para detener una explotación minera, pero ha pasado a promover el desarrollo sostenible, en especial la independencia energética.

En la década de 1990, Casa Pueblo consiguió detener un proyecto masivo de extracción de oro en más de 14 500 hectáreas de tierra de gran importancia social y ecológica para crear un nuevo bosque protegido gestionado por el propio pueblo. Tras el huracán María, desempeñó un papel fundamental en la respuesta a la catástrofe, especialmente en materia energética, y desde entonces ha continuado con estas iniciativas. Ha desarrollado una microrred para generar y distribuir colectivamente la energía necesaria para las empresas urbanas de Adjuntas (Puerto Rico), donde tiene su sede Casa Pueblo. Hasta la fecha, ha ayudado a decenas de tiendas, restaurantes y otros edificios, incluidas viviendas, para que empiecen a funcionar con energía solar autónoma, de propiedad y control comunitarios.

Puerto Rico se encuentra en un momento crítico en el que se está decidiendo el futuro energético del país. Bajo el lema «Derecho a la energía para todos y todas», Casa Pueblo está contribuyendo a que el país se aleje del modelo colonial de dependencia de los combustibles fósiles y se acerque a la soberanía energética.

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