Oriente Medio

El enfoque de filantropía solidaria de Grassroots International está estrechamente ligado a la historia de su programa para Oriente Medio. En 1982, durante las crisis interrelacionadas de la guerra civil libanesa y la invasión israelí del Líbano, las organizaciones estadounidenses se mostraban reticentes a establecer colaboraciones a largo plazo con organizaciones libanesas y palestinas o, en algunos casos, incluso a proporcionar ayuda humanitaria a corto plazo. Al mismo tiempo, la sociedad civil del Líbano y Palestina intentaba establecer lazos con comunidades de los Estados Unidos que pudieran oponerse a las dañinas políticas que su Gobierno estaba aplicando en la región. A fin de que las colaboraciones centradas en la solidaridad y la transformación justa pudieran beneficiarse de la filantropía, Grassroots International inició su andadura en 1983 con dos programas fundacionales, que incluían la primera iteración de su programa para Oriente Medio. Oriente Medio no es un término geográfico neutro, sino una construcción colonial creada a principios del siglo xx para describir una amplia zona de interés estratégico para las potencias europeas y norteamericanas. En la actualidad, abarca una región extraordinariamente diversa, fragmentada y marcada por más de un siglo de dominio colonial e intervención militar. Los movimientos sociales palestinos son un elemento central de los esfuerzos transnacionales para forjar futuros en los que haya autodeterminación, libertad y justicia, y se superen las realidades coloniales que han sido impuestas en estos territorios. La palabra árabe sumud, que significa «firmeza», refleja la determinación de generaciones de miembros del pueblo palestino por sobrevivir a los intentos del Gobierno israelí de borrarlos. En 1948, casi tres cuartas partes de la población palestina de las zonas que pasaron a formar parte del Estado de Israel fueron objeto de una limpieza étnica a manos de las milicias durante la Nakba o «catástrofe». La Nakba no terminó, sino que evolucionó hacia un sistema de apartheid que afecta a todo el pueblo palestino. La financiación militar y el apoyo diplomático de los Estados Unidos a Israel sostienen este sistema. Grassroots International refuerza el sumud a través de la financiación y la solidaridad, colaborando con organizaciones dirigidas por personas palestinas que se dedican a la protección de la tierra, el territorio, el agua, la soberanía alimentaria y los derechos humanos, que son fundamentales para lograr la autodeterminación del pueblo palestino. Esto incluye el trabajo organizado por y para la juventud palestina, el campesinado, las mujeres, los comités populares comunitarios, las organizaciones de derechos humanos y les defensores de la salud mental.